Edward Mordake, el hombre que nació con dos caras
- interesantewebs
- 20 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 jun 2020
Edward Mordake (o Mordrake) es el protagonista de una leyenda urbana. Nacido en el siglo XIX y heredero de un título nobiliario británico.
Su madre era la condesa de Darlington de mediados del XIX, una terrateniente del sur del condado de Postmouth, en el Reino Unido. Como hijo de buena familia era envidiado y odiado a partes iguales: su estirpe y riqueza a heredar le situaba en el foco de la atención pública, su enfermedad en la diana de bufones, chanceros y linchadores profesionales de su apellido.
Mordake padeció el síndrome congénito denominado Diprosopia o duplicación craneofacial. En realidad consiste en la duplicación congénita del notocorda, una estructura embrionaria común en todos los vertebrados cuya doblez provoca la generación de dos crestas nerviosas que a su vez generan dos estructuras craneofaciales distintas.
A diferencia de los siameses unidos tras el nacimiento, la disprosopia no es debida a la fusión o separación incompleta de dos embriones: es el resultado de una anormalidad en una proteína que marca el patrón craneofacial normal. Dependiendo del nivel de alteración congénita de esta proteína, el individuo puede tener hasta cuatro orejas, cuatro ojos y dos labios separados. Como curiosidad, el nombre de esta proteína, SHH (Sonic Hedgehog), más tarde inspirararía el del personaje de videojuegos más famoso de la compañía Sega.
Esta duplicidad estructural puede llegar a dar algo de movimiento a las caras atrofiadas. Edward tenía una estructura dominante completamente sana, su cara normal expresiva, y junto a ella su cara añadida semi-expresiva con músculos y nervios mal desarrollados y atrofiados desde el nacimiento. Esta sería otra prueba que confirmaría la disprosopia en vez de un caso de ‘cephalopagus’ o gemelo parasitario vestigial, donde el siamés muerto carece de todo tipo de movimiento independiente.
EL mito: >>La otra cara tenía una voz tenue que solo Edward podía escuchar. Sus ojos estrábicos nunca se cerraban pero podían llorar y seguir la mirada de todo aquel que lograra fijarse en ella. Mordrake aseguraba también que padecía insomnio debido a los odiosos susurros con los que su “gemela diabólica” le torturaba por las noches.<<
La diprosopia se basa en el desarrollo de un solo tipo de genes con el sexo ya definido antes de la duplicación del notocorda.
Finalmente, lo que probablemente sumiría en una depresión a su dueño es el aspecto, los movimientos o tics involuntarios de su otra cara, la marginación social y la condición envidiada que ejercía la sociedad que le tocó vivir. Todo ello obligó a Edward a incomunicarse y someter a su personalidad a las duras condiciones de aislamiento que pudieron desencadenar el supuesto suicidio.

Comments